Una comida de dos platos con la Mula de Moscú

Tengo una buena noticia.

Hoy logré hacer un plato principal y un postre para mi almuerzo. Antes, solo podía preparar un plato – no tenía mucha experiencia.

Pues, el plato principal fue el pollo guisado en leche con cebolla y pimientos en una olla de presión y luego frito en una sartén con la salsa de teriyaki y ajo.

¿Por qué guisar y luego freír?

Primero guiso para preparar el pollo sin muchas especias para Laima, porque a mi perrita le gusta el pollo guisado, pero sin ninguna especia. Por eso siempre guiso así de simple y luego hago algo más picante para mí mismo. Ambos no comemos sal.

Mi postre fue -y todavía se queda un poco- un pastel de harina con la mermelada de frambuesas con semillas de chia. Claro, añadí un huevo, una cucharadita de bicarbonato de sodio y un poco de yogur – jamás uso la levadura. Tardó 50 minutos en hacerse. Lo serví con las migas de coco y un poquito de jarabe de arce.

Una Mula de Moscú -vodka Stoli, cerveza de jengibre y lima- coronó la comida. Con hielo, por supuesto.

Jamás miento. Casi nunca. A veces, sí, pero la mayoría de tiempo no.

Bien, a veces no miento y eso es este mismo momento: mi pastel de harina y de la mermelada de frambuesas con chia es el riquísimo postre lo que he comido.

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