Trabajé como periodista en Afganistán durante la guerra en contra de los talibanes en 2001. Un día fuimos al campo de detención para los guerreros capturados por las fuerzas de la Alianza del Norte. El campo se llamaba Do Ob, que quiere decir Dos Aguas en Dari, porque quedaba en una isla del río Panshir.
Conocí a un prisionero que era un hombre bajito. Parecía una persona amable e inofensiva. Naturalmente, pregunté a uno de los muyaheddin que vigilaba el campo de detención sobre este hombre. Él me dijo que el enano fue cocinero infame, quien envenenó muchos miembros de la alianza antitalibana.

Este cocinero preparaba platos muy deliciosos para los comandantes, pero, después de unas semanas, puso veneno fuerte que los mató. Desapareció y continuaba cocinar en otros lugares, y envenenaba muchas veces de esta manera hasta que lo atraparon.
Qué le pasó a él después de la guerra, eso no lo sé.