Krampus es una criatura demoníaca que se dedica a castigar a los niños que se portan mal. Él no los regaña, ni les da una lección; no, él los azota hasta que prometen ser buenos. Y si no cumplen, ¡se los come vivos!
La leyenda dice que Krampus ignora a los niños que se portan bien.
Según fuentes confiables, Krampus se vuelve especialmente activo durante la temporada navideña. Así que, mientras todos se preparan para celebrar con alegría y regalos, aquellos que no se han portado bien tienen una sombra oscura acechándolos. Pero no teman, todavía hay tiempo para redimirse y evitar el encuentro con este siniestro personaje.
De hecho, Krampus no parece muy siniestro. Por el contrario, parece a una cabra, o un cabrón, es decir el varón de este animal doméstico cuya hembras nos da la leche muy saludable.
Así que ya saben, amigos, portarse bien no solo es cuestión de ganar regalos de Santa Claus, sino también de evitar una visita de Krampus.