Al fin y al cabo, he actualizado mi tortilla de papas española a la perfección -y a mi paladar.
Mientras que hacía mi desayuno de acuerdo con una receta tradicional, agregué pimienta a la mezcla de papas y huevos y la cebolla que había frito con comino y jengibre.
Al final echó pimentón y sésamo para hacer un topping más agradable.
Resultó que ahora se puede comer la tortilla con mucho gusto sin ser español.
Jaja, me gusta la comida picante.