Cuando visité en 2001 el campo de detención Do Ob para los guerreros talibanes conocí a un preso desde Pakistán, quien era profesor de teología.
Doctor Khaled llegó a Afganistán para luchar con un cuerno de chivo, también conocido como AK-47, en las manos en contra de los musulmanes menos islámicos que el Talibán.
Cuando lo conocí a él ya había estado encarcelado en este campo de detención más de cinco años. A pesar de todo, se veía bien. Y tenía lentes de moda.
Debe estar en Facebook, si no lo mataron.