En mi vida previa tenía que viajar mucho con mi equipo de TV y al llegar atrás debíamos reclamar nuestros gastos, como pasajes, hoteles, comidas etcétera.
Pues, un día mi jefe estuvo leyendo mi informe con recibos de taxi y cuentas de restaurantes.
Algo fue malo porque el jefe empezó a reír a carcajadas.
¿Qué pasa?, le pregunté a él. ¿Qué carajo es esto?, apuntó a la línea en una cuenta que indicó “Orgasmos: 3, precio: 600 rublos”.
Caray, no es lo que piensas, respondí. Sólo es el nombre de un cóctel que pedimos en la ciudad de Kémerovo, Siberia.
PS. Por si les interesa, aquí está la receta corta y clara: un poco de Cointreau con un poco de Baileys.